Crítica: Guerra Mundial Z

Por fin, el mundo sabrá la historia verdadera de cómo la humanidad estuvo a punto de extinguirse. Desde el fin oficial de hostilidades se han producido numerosas tentativas para documentar la guerra zombi. Guerra Mundial Z es el relato definitivo –realizado por los propios supervivientes- de los detalles tecnológicos, militares, sociales, económicos y políticos de cómo la civilización estuvo al borde de la extinción en la lucha total contra el muerto viviente.

Brillante. Si habría que buscar un adjetivo para describir esta novela, ese sería el más indicado. Estamos ante un libro esencial no sólo para el amante de la temática zombie en particular, sino para el amante de la buena literatura en general. Ya que, ante todo, Guerra Mundial Z es un excelente ejercicio de escritura, que toma el tópico del zombie (tan en boga en los últimos años) y lo lleva a unas cotas de realismo que pocas producciones pudieron alcanzar, ya sea literarias o audiovisuales (exceptuando quizá The Walking Dead).

Estamos ante una novela que funciona como un compendio de relatos cortos, donde el narrador (en la piel de un periodista) entrevista a diferentes personajes, que dan su punto de vista personal de la historia. Hay una trama o telón principal de fondo (una plaga de zombies a escala mundial), y una serie de aspectos a tratar con cada uno de los testimonios. Dicho enfoque, consigue que lo que podría haberse convertido en el típico relato de zombies de serie B, acabe siendo la aproximación más realista y compleja vista hasta ahora. Max Brooks, con un estilo eficiente y directo, nos propone más de una docena de historias diferentes, que tratan diferentes aspectos de la Guerra Mundial Z. El libro esta dividido en arcos argumentales, que asumen el papel de momentos históricos de la guerra, y cada uno está compuesto a su vez de pequeñas historias que se emplazan y desarrollan en dichos momentos. Primero veremos los tempranos casos de infección en China, con la aparición del "paciente cero"; los nefastos planes de evacuación en algunos países; o la locura desatada durante los días del llamado "Gran Pánico", cuando la humanidad se dió cuenta (demasiado tarde) del peligro de la infección y plaga zombie. El autor construye hábilmente un mundo apocalíptico creíble, mostrándonos el colapso de cada región: así se nos muestra que ocurre en Cuba, en Corea, en el fondo del mar, en Tokio como urbe  gigantesca, en una estación espacial internacional, en un submarino nuclear chino. Contemplaremos como actúan las farmacéuticas ante un problema así, que pasa con la economía, con los castillos (que vuelven a ser útiles), o con los artistas que aún en una situación así sólo buscan llamar la atención... veremos como los zombis se congelan en invierno, para volver a querer comernos en primavera, como las tierras y los animales se vuelven más salvajes aún, como los perros siempre estarán ahí para ayudarnos... En fin, que Max Brooks no deja ningún hueco sin explorar, lo que dota al texto de una riqueza enorme, que ayuda a crear y sostener el halo de realismo que envuelve a cada historia. Mención especial merece el escalofriante capítulo de la "Batalla de Yonkers" donde el, hasta ahora, todopoderoso ejercito yanki es aplastado por un enemigo que no necesita calor, ni guía, ni alimento; que no siente miedo; que no descansa nunca y que además puede crecer en numero mientras tu sólo decreces... Sin duda es uno de los mejores episodios bélicos, junto con su contraparte, la "Batalla de Hope (Esperanza)" donde, siete años despues; un nuevo ejercito (con una mentalidad completamente distinta al de Yonkers) aniquila una inmensa horda de zombies en Nuevo México, e inicia la recuperación de los Estados Unidos.

Art Concept de la Batalla de Yonkers

Y es el realismo tan brutal, tan cercano, tan "tangible" el que impregna la obra, que el lector no puede evitar sentirse inmerso en la historia, como si pudiera oler la carne podrida de los muertos y escuchar sus espantosos gemidos.

Por el lado de los personajes, estos son creíbles y realistas, dejando de un lado los estereotipos tan comunes en el género apocalíptico. Y al ser creíbles en sí mismos, también lo son sus reacciones y acciones. Padres de familia desesperados, madres que alimentan a sus hijos con cualquier cosa que pueden y les dan medicinas que de poco o nada sirven, militares que lloran al ver con impotencia como no pueden hacer nada, políticos que se ven desbordados por la situación...

Son muchísimos detalles, muchísimos. Es prácticamente improbable que dejes el libro a la mitad, pues está tan bien hilvanado y escrito que te atrapa desde el principio. Y es de agradecer, pues Max Brooks ha conseguido lo que muchos no han podido hacer, o simplemente, han acabado haciendo de la peor forma posible: dotar de dignidad, realismo y tensión a un tema que siempre ha sido objeto de producciones olvidables y estereotipadas.

En resumen, estamos ante una obra totalmente recomendable, y quizá la mejor dentro de la literatura de género zombie. La edición de la editorial española "Almuzara" se consigue con cierta dificultad en nuestro país, y como pasa siempre con los productos importados, a un precio que puede parecer excesivo, por lo que al final hay un enlace para descargar su versión digital. Una lectura ideal para los tiempos que vienen, donde el calor nos derrite un poco el cerebro y todos andamos medio zombies. Poder darle un bocado a un libro así es siempre de agradecer ;)

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